EL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS.

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EL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS.


Fuente: Conocimiento Pleyadiano

¿Qué pasa en el Triángulo de las Bermudas? ¿Por qué desaparecen barcos y aviones? 

El Triángulo de las Bermudas o también conocido como El Triángulo del Diablo, es un área situada al norte del océano Atlántico. Esta zona define un triángulo imaginario entre las islas Bermudas, Puerto Rico y las Bahamas, en la península de Florida. El triángulo es conocido por numerosos casos de desapariciones misteriosas de barcos y aviones. A pesar de que la Ciencia terrestre se ha esmerado en justificar estas desapariciones y atribuirlas a causas naturales como huracanes o las gigantescas erupciones de gas metano, tormentas tropicales, o incluso errores humanos como barcos con excesos de cargas, pilotos inexpertos o desorientados e incluso a la piratería. La realidad es que no se han encontrado pruebas para la mayoría de estas desapariciones y actualmente están archivadas como causas o razones desconocidas.

Y es que en esta zona han desaparecido aviones en vuelo. Muchos de ellos militares, pero también de pasajeros. Algunos han desaparecido incluso mientras recibían instrucciones para aterrizar. Pero también pequeñas embarcaciones y grandes buques como si ellos y sus tripulaciones hubiesen sido arrastrados hacia otra dimensión. Algunos buques muy grandes como el carguero Marine Sulphur Queen de 129 m de eslora o el Cyclops de 19.000 toneladas, con 309 pasajeros a bordo simplemente se desvanecieron.

Pero hay barcos que no solo desaparecen, sino que son después encontrados a la deriva sin tripulación con toda su carga intacta como, por ejemplo, el caso del HMS Rosalie en 1840. Un buque que se dirigía a La Habana, y que fue hallado después misteriosamente sin nadie a bordo. La lista es larga muy larga. Pero quizás uno de los incidentes más conocidos y probablemente el más famoso, es el del Vuelo 19. El 5 de diciembre de 1945 un escuadrón de 5 bombarderos, TBM Avenger de la Marina de Estados Unidos con una tripulación de 14 personas salió de Fort Lauderdale en Florida a las dos y diez minutos del mediodía, en un vuelo de entrenamiento. El teniente Charles Carroll Taylor lideraba la operación. La misión era relativamente sencilla. Debían volar sobre el Atlántico hacia el este y realizar un bombardeo a baja altura, en unos bancos de arena, para luego continuar 140 km, realizar un giro al norte y recorrer otros 140 km más. Por último, debían realizar una maniobra para poner dirección al sudoeste y tras 220 km volver a la base.

Era un ejercicio habitual y que otros escuadrones habían realizado ese mismo día. El vuelo parecía transcurrir con normalidad ya que sobre las tres del mediodía la base capto las transmisiones de uno de los miembros del escuadrón pidiendo permiso para lanzar sus proyectiles. Los problemas empezaron poco después cuando sobre las 3:40 minutos el teniente Robert F Cox que en ese momento volaba con otros grupos de aprendices para realizar el mismo ejercicio, recibió una de las transmisiones del Vuelo 19 donde uno de los pilotos preguntaba por las lecturas de las otras brújulas y comunicaba al resto del escuadrón que no sabía dónde estaban. Cox al no saber si esa transmisión era de un barco o avión se identificó rápidamente y ofreció su ayuda, pero no obtuvo respuesta.
En un segundo intento recibió una respuesta que se identificaba como FT28 Taylor, donde le explicaba que sus brújulas estaban rotas, que estaba seguro de encontrarse sobre los Cayos, pero no sabía dónde exactamente ni tampoco cómo regresar a la base.

Cox al darse cuenta de la gravedad de la situación, avisó rápidamente del incidente a la base y aconsejó a Taylor dirigirse hacia el sol para regresar a Fort Lauderdale, pero éste le comunicó que veía efectos visuales extraños, incluso el sol se veía raro. Aunque la base consiguió comunicar con el escuadrón y pedirle a Taylor que active su transmisor para localizar su posición, a pesar de que él dijo que ya estaba activado, no se capto ninguna señal.
Taylor informó a la base que eran incapaces de determinar su posición y que el océano no parecía el de costumbre. Y aunque se intentaron varios cambios de rumbo, las últimas transmisiones del escuadrón fueron ilegibles, hasta que se perdió por completo la conexión. Si los aviones no encontraban la base pronto, tendrían que aterrizar en cualquier lugar por falta de combustible. Al ver que no se localizaba ya el escuadrón tres aviones despegaron con el objetivo de encontrar al grupo. A las seis, despegaba también un hidroavión el Consolidated PBY Catalina, con el objetivo de encontrar a los cinco Avengers y guiarlos de vuelta a la base.

Más tarde también se unían a la búsqueda dos hidroaviones más, del tipo Martín PBM Mariner. Uno de ellos el PBM-5 BuNo 59225, que había despegado a las 7:25 de la tarde de la base de Banana River con un equipo de 13 personas nunca más regreso a base.
Después de una llamada de rutina a base a las 7:30 nunca más se supo de él. Desapareció por completo sin dejar rastro alguno. Pero antes de terminar el día se recibió una transmisión más del Vuelo 19 donde Taylor pedía a sus aprendices que volarán en formación pegada.
En cuanto uno de los aviones marcara combustible crítico, amerizarían todos juntos. Pero parece que este mensaje llegaba con retraso ya que según los cálculos de los depósitos a esa hora que se recibía la transmisión ya haría mucho tiempo que los aviones deberían estar sin combustible. Durante los siguientes cinco días se organizo una intensa búsqueda, rastreando minuciosamente toda el área tanto por mar como por Tierra, con el objetivo de encontrar cualquier rastro del escuadrón y del hidroavión que había acudido a su rescate.
Pero la búsqueda termino sin éxito. Pero si hasta aquí todo es un misterio, la cosa aumenta de nivel cuando 21 días después del accidente, el hermano de George Paonessa, uno de los tripulantes del Vuelo 19, recibió un telegrama que decía: “Te han informado mal sobre mí. Estoy muy vivo. Firmado, Georgie”. El apodo que su madre le tenía cuando era niño. En los informes oficiales de la Marina no consta que se investigara el telegrama, aunque éste figura.

Todavía hoy no se ha encontrado rastro de los aviones. El caso permanece archivado por causas desconocidas. Y las 26 personas desaparecidas figuran como muertas. Pero a día de hoy, siguen habiendo desapariciones misteriosas en el Triángulo de las Bermudas, aunque estas son muy esporádicas. El último reporte fue el 15 de mayo de 2017, cuando una aeronave bimotor MU-2B, se dirigía de Puerto Rico a Florida con 4 pasajeros estadounidenses a bordo. El control de tránsito aéreo en Miami, informó de la perdida cuando el MU-2B, desapareció de repente del radar a unos 37 km al este del Eleuthera.
El teniente Ryan Kelly portavoz de la Guardia Costera en ese momento, informaba que no había indicios de condiciones meteorológicas adversas en el momento que desaparecía la aeronave.
“Esta información es proporcionada por personas extraterrestres, mujeres y hombres de la estrella Taygeta en el cúmulo de las Pléyades, a través de un contacto escrito con nosotras.”
Conversación con Yazhí Swaruu Tasherit
Nos explicaba Yazhí Swaruu que hay pirámides debajo del agua. Donde estaban o se encontraban las ciudades de la Atlántida. Unas de ellas se encuentran en el área del triángulo de las Bermudas. Esas pirámides aún siguen funcionando y son en parte la causa de las anomalías magnéticas en esa zona. Según mis datos y los de Taygeta que son muy fiables en este caso, nadie las usa. Más bien quedaron como reactores operacionales que solo están ahí, funcionando a pesar de estar inmersos en el agua y debajo de metros de sedimento marino.

Pero esas pirámides están ahí desde la inundación, y nadie las está utilizando. Pero aún producen energía porque nadie las ha pillado o las ha atacado, es decir que nadie se ha llevado sus componentes internos y partes de su estructura, como sucede con las pirámides en la superficie, como las de Guiza o las de Mesoamérica. Entonces están ahí esas pirámides y son por lo menos 3 debajo del área de Bermuda, Puerto Rico y Florida. Sin nadie que las atienda y constantemente produciendo energía que no se les es drenada en nada útil.
A veces la descargan al agua marina y al subsuelo. Así funcionan de todas formas. Creando con ello disturbios electromagnéticos en el área. Crean portales porque es parte de su misma función no solo como reactores. Entonces, cuando se les acumula demasiada energía la liberan. Véase como válvula de alivio que se activa. En ese momento crean un punto de alta energía en la zona que difiere de la media del planeta. Cualquier cosa que se encuentre, en ese momento, en el área de influencia de esa alta energía, cambiará de frecuencia-vibración, mismo principio de cómo cambia de frecuencia-densidad una nave espacial, pero de forma controlada.

Entonces, esta zona es peligrosa porque envuelve de otras frecuencias toda la zona que en si son portales y como algo de frecuencia equivalente, solo es más de eso, que tenga la misma frecuencia. Es decir, si tenemos una frecuencia representada numéricamente y esa frecuencia es equivalente a Namibia en el desierto, todo objeto que esté pasando por ese disturbio electromagnético, como un barco, dejará de tener la frecuencia del mar, en esa zona, y de repente tendrá la frecuencia de un punto en Namibia, en el desierto. Y de repente tienen un barco portacontenedores varado en el desierto.

El problema aquí es que nadie está cuidando esos reactores punto cero pirámides. Entonces hacen lo que sea que decidan los sistemas automáticos. Muchas veces no es un flujo o burbuja electromagnética lo suficientemente fuerte como para mover un objeto a otro lugar, como portal tradicional, sino que solo lo altera en frecuencia un poco. Ese poco altera la posición en el tiempo del objeto si bien no de su lugar. Entonces, el barco sigue en su posición lógica en el mar, pero en otro año enteramente, otra posición en el tiempo.
Porque en sí, todo son frecuencias, no hay nada de tiempo como algo objetivo externo causal. Ni tampoco hay distancias. Todo son frecuencias de oscilación, vibración. Que en pocas palabras describo vibración como; las revoluciones por minuto que den las partículas subatómicas que forman las moléculas de todo lo llamado material. Con un marco temporal dado por la persona que observa. Hasta ahora la Federación no ha hecho nada para desactivarlas, ni siquiera hablan de eso. Solo de tenerles el ojo encima. Pero nunca consideran desactivarlas. No le veo razón fiable del porque no.
No sería complicado. Pero, el porqué concretamente, no tengo la respuesta. Pero yo misma me he hecho esa pregunta, y les he hecho esa pregunta en el pasado. Nadie la responde. ¿Y cómo pueden seguir funcionando aún debajo del agua? No creo que estén funcionando a capacidad. O las alteraciones en la superficie serían muy fuertes y obvias. En sí, una pirámide funciona como reactor punto cero solo por su forma. Los sistemas internos la hacen más eficiente. Pero la simple forma de pirámide es suficiente para que emita mucha energía.
En el caso de estas tres debajo de esa área, si está comprobado que aún tienen sistemas en funcionamiento. Puede ser que esos instrumentos aún estén dentro de cámaras selladas, cámaras secas. Y el que realmente no emitan mucha energía y que esos portales en la zona sean algo muy esporádico puede contestar, el porqué la Federación nunca se ha molestado en ver este problema más de cerca.

Transcripción: Andrea Mdos.

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